LEYENDAS
ENCUENTRA LEYENDAS DEL MUNDO
Tren Fantasma de St. Louis
El modesto poblado de St. Louis, en Saskatchewan, es particularmente conocido por una leyenda sumamente insólita. En dicha localidad existe una antigua y desolada vía de tren. La gente frecuentemente dice observar curiosas luces flotando que se desplazan por la vía del tren a través de la noche.
La leyenda de mayor popularidad para explicar la extraña luminosidad es que un tren fantasma constantemente hace su aparición en la vía. Otra crónica explica que tal luz es el fantasma de un trabajador, que pereció durante la construcción del trayecto.
La Meseta Prohibida
Erase una modesta meseta en el occidente de Canadá, la cual ha sido asociada por los aborígenes canadienses con relatos místicos. Era parte de sus costumbres ocultar a sus familias en la altiplanicie para darles seguridad a través de las luchas con otras tribus.
Cierto día, al concluir los enfrentamientos, los integrantes de la familia de los guerreros se desvanecieron completamente. Su búsqueda tuvo reposo y al final sólo consiguieron manchas rojas, de liquen, en la nieve y las rocas.
La Leyenda del Hotel Fort Garry
Quienes piensen que se requiere recorrer medio mundo para visitar sitios increíbles y contactarse con la historia y la fantasía, están en un craso error. El hotel Fort Garry, localizado en el centro de Winnipeg, en la provincia de Manitoba, Canadá es arquetipo de ello.
A partir de su construcción, hace un siglo, esta antigua casona se ha apreciado, como la totalidad de los Canada’s Railway Hotels, por ser un lugar de referencia nacional y un modelo de la historia y la arquitectura de Canadá.
Levantado en un sitio estratégico, en las cercanías de la estación de ferrocarril, se ofrecía como un lujoso espacio de reposo para los viajeros. Obtuvo su celebridad por ser la edificación más elevada de la ciudad, la primera construcción comercial y el solitario hotel de la zona.
No obstante, al pasar de los años, su popularidad ha alcanzado un matiz distinto, inclinándose hacia lo enigmático y fantasmal. Hoy en día, fisgones de todo el planeta se presentan allí para confirmar lo que señalan los lugareños: el hotel está encantado.
Narra la leyenda que tiempo atrás una mujer fue bárbaramente asesinada en el cuarto 202. Hay otros que afirman que se suicidó al saber del deceso de su esposo. Pero desde ese día, los huéspedes aducen ver fantasmas y oír ruidos horrendos. Hay versiones que indican que al hospedarse allí la diputada canadiense Brenda Chamberlain y dormir en esa habitación, fue hecha despertar a media noche por espantos que querían meterse en su cama.
Para comprobar la veracidad de ello habría que ir a conocerlo. No obstante, aunque los huéspedes no reciban esta “visita frecuente” (haunting), se deleitaran de la estancia en este suntuoso hotel.
Personajes y celebridades de todo el planeta como: Nelson Eddy, Harry Belafonte, Charles Laughton, Laurence Olivier, Liberace, Arthur Fiedler, Louis Armstrong, Gordie Howe, Lester Pearson, el Rey Jorge VI y la Reina Isabel, y demás, se han albergado satisfactoriamente allí
LEYENDAS DE ESPAÑA
Las sorginas de Zugarramurdi (País Vasco)
Akerbeltz era un espíritu protector de los animales, identificado como un macho cabrío. Sus seguidores eran en su mayoría mujeres que recibieron el nombre de sorginak, a las que se les atribuían poderes y malignas intenciones. También existe la leyenda de que adoraban a Mari, una diosa de la tierra que residía en la cueva de Amboto; por eso veces se hace referencia a ella como la Dama de Amboto.
Es uno de los mitos fundacionales de las brujas del País Vasco, una región que hierve de leyendas sobre brujería, de las que la más famosa tiene poco de magia y mucho de muerte: las brujas de Zugarramurdi, llevadas al cine por Álex de la Iglesia.
De Zugarramurdi es otro de los mitos sobre las hechiceras de la zona, que trata de dos hermanos, uno rico y otro pobre, esclavo del primero, que huyó de casa en busca de mejor fortuna y se quedó dormido bajo un puente, donde escuchó a escondidas a tres brujas.
Las sorginas volvían de un aquelarre —una palabra de origen vasco que deriva del significado "prado del macho cabrío"— y se reían porque ocultaban a una enferma el remedio para curarse. El joven fue a por él y fue recompensado por el marido de la mujer, ya recuperada.
Cuando su hermano trató de espiar a las brujas para enriquecerse aún más, no tuvo tan buena suerte. Las sorginas se aparecieron con un dicho popular —"que no somos, que sí somos, catorce mil aquí estamos"—, detectaron que las estaban escuchando... y lo molieron a palos.
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